Los sueños.

Soñar, soñamos toda la vida. Pero creo que lo importante sobre los sueños en la vida es encontrar aquellos que son "fundamentales", esos que realmente nos importan y nos definen (y diferencian) como personas. Vale aclarar -aunque sea bastante obvio- que también tenemos que adaptar esos sueños a la realidad, a NUESTRA realidad. Y creo que al adaptar esos sueños a la realidad, tenemos la posibilidad de descubrir si esos sueños realmente son fundamentales (entiéndase: reales, importantes y vitales) o si solo son cosas pasajeras, que podrían pasar a ser "sueños secundarios", sin tanta importancia. Esta diferencia se puede ver según la cantidad de esperanzas, fe y esfuerzo que uno ponga en ese sueño. Quiero decir, por ejemplo, que si se presentan obstáculos cuando tratamos de cumplir ese sueño, -según las ganas que le pongamos- se decide si se sigue luchando contra obstáculos para finalmente realizar ese sueño o si se prefiere no intentar más. De ahí se ve lo importante que es ese sueño para nosotros, o para nuestra esencia (si se quiere hablar en profundidad..).

Creo que muchas veces, cuando tenemos la posibilidad de tomar esos obstáculos como prueba de fuego para ver en qué gastar realmente nuestros intentos, podemos equivocarnos y:

• Dejar de intentar un sueño que realmente era fundamental para nosotros, o
• Creer erróneamente que un sueño secundario es uno fundamental, dejando de lado aquellas cosas que realmente tendrían que importarnos.

Es un poco confusa mi manera de explicar las cosas, pero creo que cada uno va desarrollando (según lo dicten sus experiencias vividas o en transcurso aún) la forma de detectar que tanto entusiasmo ve, tiene y pone en una causa; la cual puede ser transformada en un sueño. Y creo (todavía mas) que los verdaderos sueños -que no siempre nos lleva una vida entera encontrar- soportan cualquier, pero CUALQUIER cosa: frustraciones, resignaciones, excusas, mentiras; pero creo que lo más impresionante es que soportan la manía humana de (hoy en día) posponer hasta la más mínima acción que podemos posponer (me incluyo, muy incluida). Por más que el exterior nos muestre una realidad hostil en donde "nada puede crecer", los sueños encuentran su forma de renacer de tantas muertes que les damos día a día. Y si creo esto, tanto así, es porque si ya no tuvieramos sueños por los cuales luchar, nadie estaría vivo, todo perdería sentido. Pero los sueños persisten, y sí: yo creo en eso de "la esperanza (en este caso, la esperanza puesta en los sueños) es lo último que se pierde".

Rocío.

24.09.10